El plan de 28 puntos, negociado entre Washington y Moscú, exigiría a Ucrania ceder permanentemente las regiones de Crimea, Lugansk y Donetsk; limitar su ejército a 600,000 efectivos; y renunciar a su ingreso en la OTAN. A cambio, recibiría “garantías de seguridad fiables” por parte de Estados Unidos. El presidente Zelenski rechazó frontalmente el plan, declarando que su país enfrenta una “elección muy difícil: la pérdida de dignidad o el riesgo de perder a un socio clave”. En un mensaje a la nación, aseguró que no “traicionará” a su país y que buscará coordinar una respuesta con sus aliados europeos para proponer “alternativas”. Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, confirmó haber recibido el texto y, aunque señaló que necesita un “análisis exhaustivo”, afirmó que podría servir como base para un arreglo “definitivo”, reiterando su disposición a la vía diplomática.