La ley permite censurar información que identifique a las víctimas o que comprometa investigaciones en curso. La presión para la publicación se intensificó tras la difusión de correos electrónicos donde Epstein insinuaba que Trump “sabía de sus crímenes”. Tras firmar la ley, Trump acusó a los demócratas de usar el tema para “desviar la atención” y afirmó que la revelación les afectará más a ellos, ordenando a la fiscal general Pam Bondi investigar los vínculos de Epstein con figuras demócratas como Bill Clinton. Críticos señalan que esta nueva investigación podría ser utilizada como pretexto para retener documentos, amparándose en la excepción de “investigación en curso”. La congresista Marjorie Taylor Greene, quien rompió con Trump por este tema, calificó el cumplimiento de la ley como la “verdadera prueba” de la transparencia del gobierno.