La acusación se produjo después de que los congresistas, todos con experiencia militar o en inteligencia, publicaran un video instando a los miembros de las fuerzas armadas a desobedecer "órdenes ilegales". La reacción del mandatario se manifestó en su red social Truth Social, donde publicó mensajes como “¡¡¡COMPORTAMIENTO SEDICIOSO DE TRAIDORES!!!

¿ENCERRARLOS??

?” y, posteriormente, “¡COMPORTAMIENTO SEDICIOSO, castigable con la MUERTE!”.

El video que desató la polémica fue protagonizado por los senadores Mark Kelly y Elissa Slotkin, y los representantes Jason Crow, Chris Deluzio, Chrissy Houlahan y Maggie Goodlander. En él, recordaban a los militares su juramento de defender la Constitución y su deber de rechazar órdenes que la violen, en un contexto de preocupación por el despliegue de la Guardia Nacional en ciudades estadounidenses. La Casa Blanca, a través del subjefe de gabinete Stephen Miller, calificó el video como un “llamamiento abierto al personal militar a rebelarse contra su comandante en jefe”.

Varios de los legisladores amenazados presentaron denuncias policiales formales contra Trump, argumentando que sus mensajes constituían una amenaza directa. El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, acusó a Trump de “avivar las llamas de la violencia”, mientras que el presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, calificó el llamado de los demócratas como “totalmente inapropiado y muy peligroso”.