Y eso es algo que hablamos y que nos preocupaba mucho”, declaró.

Esta decisión se enmarca en un contexto de deportaciones récord en Estados Unidos durante 2025 y una política antiinmigratoria que el propio artista ha criticado en canciones como “Nuevayol”. Bad Bunny, quien actualmente realiza una residencia de 30 conciertos en Puerto Rico titulada “No me quiero ir de aquí”, destacó que sus seguidores en EE.

UU. pueden viajar a la isla, un “territorio no incorporado”, para verlo.

La gira “Debí tirar más fotos World Tour” continuará por Latinoamérica, Europa, Asia y Oceanía.

La medida del artista, cuyo más reciente álbum ha roto récords de reproducciones, fue interpretada como un acto de solidaridad y un posicionamiento político contundente.

Su postura no solo refleja su compromiso con las comunidades marginadas, sino que también consolida su rol como un líder cultural que utiliza su plataforma global para amplificar las voces de la periferia y denunciar injusticias sociales.