El influencer Jezzini desató una intensa controversia en redes sociales tras reaparecer después de un mes de ausencia con una nueva identidad artística, “Zzini”, revelando que su desaparición fue una estrategia de marketing para lanzar su carrera musical. Esta táctica fue duramente criticada por seguidores y otros creadores de contenido, quienes lo acusaron de manipular a su audiencia y trivializar la salud mental. La preocupación por Jezzini comenzó en agosto, cuando dejó de publicar contenido, y uno de sus últimos mensajes indicaba que se sometería a hipnosis para dejar de fumar. Su regreso se dio en el programa “Venga la Alegría”, donde, con un nuevo look, explicó que una voz durante la hipnosis lo inspiró a cambiar. “Una voz me dijo: ‘Zzini despierta, atrévete a ser todo lo que siempre quisiste ser’”, relató.
Horas después, lanzó su sencillo “Big Bang(er)”, confirmando que todo fue planeado.
La reacción fue mayoritariamente negativa.
Usuarios en X y TikTok lo criticaron por generar un “susto innecesario” y jugar con un tema tan sensible como la salud mental para promocionarse. Comentarios como “No es gracioso que juegue con la salud mental y finja que pasó algo, solo para sacar una canción” se multiplicaron. En respuesta, Jezzini publicó un comunicado explicando que el proyecto “ZZINI” era un ejercicio artístico para explorar su “monstruo” interior, y se disculpó con su equipo y familia por haberse aislado.
A pesar de sus explicaciones, la controversia resultó en una pérdida de seguidores y una funa colectiva.
En resumenLa reaparición del influencer Jezzini como el cantante “Zzini” fue recibida con fuertes críticas, ya que su previa desaparición de redes sociales fue una estrategia de marketing. La táctica fue calificada de irresponsable y insensible, generando un debate sobre los límites éticos en la promoción de contenido y el uso de la salud mental como herramienta publicitaria.