Una parodia sobre la prensa de espectáculos, publicada en las redes del pódcast 'La Cotorrisa', desató un tenso enfrentamiento entre su conductor Ricardo Pérez, su pareja Susana Zabaleta y los medios de comunicación. El conflicto escaló con abucheos en el aeropuerto y una respuesta en video de Zabaleta, quien denunció misoginia, convirtiendo el incidente en un debate viral sobre los límites del humor y la relación prensa-celebridad. Todo comenzó cuando Ricardo Pérez y su compañero Slobotzky publicaron un video en el que se burlaban de los métodos y clichés de los reporteros de espectáculos. La reacción del gremio no se hizo esperar, y la tensión culminó días después en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. A su llegada, Susana Zabaleta fue recibida por un grupo de periodistas que, en lugar de entrevistarla, la abuchearon al grito de "¡prensa digna!". La respuesta de la soprano fue inmediata y contundente.
A través de un video en sus redes sociales, Zabaleta calificó el acto como misógino.
"Señoras y señores, eso es misoginia aquí y en todas partes del mundo", declaró, argumentando que se le estaba responsabilizando por las acciones de su pareja. En su mensaje, fue clara al trazar una línea: "Yo no tengo la culpa de los millones y millones de vistas que tiene ‘La Cotorrisa’, eso es echarle la culpa a una mujer, a la pareja.
Si tienen algo que decir, díganselo a Ricardo".
Por su parte, Pérez utilizó su cuenta de Instagram para defender a Zabaleta, asumiendo la responsabilidad de la parodia y pidiendo a sus seguidores que apoyaran a la cantante.
El episodio se convirtió en un caso de estudio sobre cómo un conflicto iniciado en plataformas digitales puede trasladarse al mundo real y generar un debate público más amplio.
En resumenEl conflicto entre Ricardo Pérez, Susana Zabaleta y la prensa, originado por una parodia en redes sociales, escaló a un enfrentamiento público que culminó con la denuncia de misoginia por parte de la cantante. El incidente evidenció las tensiones entre los nuevos medios digitales y la prensa tradicional, utilizando las plataformas sociales como el principal campo de batalla.