“No me sentía segura, ni emocional ni económicamente”, confesó.

Describió la vida con West como impredecible, relatando un episodio que ejemplificaba el caos que experimentaba.

“Volvía a casa y teníamos como cinco Lamborghinis, y de repente, un día llegaba y ya no había ninguno… se los había regalado a todos sus amigos”, compartió, ilustrando cómo los episodios maníacos de West afectaban su estabilidad.

La empresaria reconoció que, aunque al principio quiso apoyarlo tras su “primer colapso mental”, la falta de disposición del rapero para buscar ayuda hizo la relación insostenible. Finalmente, su decisión de divorciarse fue motivada por la necesidad de proteger su propia salud mental para poder ser una mejor madre para sus cuatro hijos. “Tuve que cuidarme a mí misma para ser una mejor madre”, aseguró.