Yo, al igual que muchas de ustedes, no solo no recibo ayuda, sino que recibo ataques”.

La artista reconoció haber optado por el silencio en el pasado, pero el apoyo de sus seguidores la impulsó a alzar la voz. “Antes yo confiaba en que la paz se puede construir con silencio, pero el silencio muchas veces se contradice con mi lucha”, afirmó. El clímax de su discurso llegó con una frase que fue ovacionada por los miles de asistentes: “Cuando se trata de nuestros hijos, nos tocan el punto más frágil, pero en la vida se puede ser frágil como una rosa o frágil como una bomba. Cuando una es madre, el amor de un hombre importa un carajo”. Este momento consolidó la narrativa de Cazzu como una madre que lucha por su hija, en contraste con las acciones legales y mediáticas de Nodal.