“Siento como si me hubieran quitado las alas y sufrí un daño cerebral hace mucho tiempo, al cien por ciento”, escribió Spears.
Explicó que durante un período de cuatro meses bajo la tutela, fue privada de su libertad de movimiento, lo que le causó un profundo trauma: “Mi cuerpo fue asesinado y destruido, no pude bailar ni moverme durante cinco meses”.
En este contexto, sus ya conocidos videos de baile en redes sociales adquieren un nuevo significado, pues según ella, le “hicieron recordar cómo volar”.
La publicación llegó justo antes del lanzamiento del libro de Federline, “You Thought You Knew”, donde la acusa de comportamientos erráticos y consumo de drogas mientras amamantaba. Spears respondió a estas afirmaciones de manera contundente: “Esas mentiras piadosas en ese libro van directas al banco y yo soy la única que realmente sale herida”.
La revelación sobre el “daño cerebral” generó una ola de preocupación y apoyo entre sus seguidores, quienes ven en sus palabras un testimonio valiente sobre las secuelas del control y el abuso que sufrió durante 13 años.













