“Siempre he creído en la justicia. Valió la pena.

Satisfactoriamente no fuimos vinculados”, expresó el cantante, asegurando que “no hay ni un solo papel que justifique que nosotros hemos falsificado cualquier documento”.

Su mensaje fue interpretado como una victoria definitiva.

Sin embargo, la FGR utilizó su cuenta oficial de X (antes Twitter) para aclarar la situación. En un comunicado, la dependencia precisó que la jueza no exoneró al cantante ni a su familia, sino que determinó que era necesario esperar la resolución de un juicio civil preexistente para decidir si procedía o no la acción penal. “El procedimiento sigue abierto, en espera de ese resultado”, sentenció la Fiscalía, contradiciendo la percepción de una absolución total.

Esta dualidad de mensajes evidencia cómo las figuras públicas y las instituciones gubernamentales utilizan las redes para gestionar la opinión pública. Mientras Nodal buscaba limpiar su imagen y la de sus padres, la FGR reafirmaba la continuidad del proceso, mostrando un nuevo campo de batalla donde las narrativas oficiales y personales compiten por la atención y credibilidad del público.