El acuerdo pone fin a una disputa familiar que amenazaba con redefinir la línea editorial conservadora del conglomerado. La disputa se originó en 2024 cuando Rupert Murdoch, de 94 años, intentó modificar el fideicomiso familiar para asegurar que Lachlan, de 54 años, asumiera el liderazgo, dejando fuera del poder a sus otros tres hijos mayores: Prudence, Elisabeth y James. Estos últimos, con tendencias políticas más moderadas, se oponían al movimiento, temiendo que se perpetuara la línea conservadora de la empresa.

El acuerdo, descrito como un “consenso mutuo”, establece que los tres hermanos disidentes venderán sus acciones en los próximos seis meses por un valor de 1,000 millones de dólares cada uno, y no podrán recomprar participación en el futuro. Esto representa un cambio decisivo respecto a un fallo judicial anterior en Nevada que había dado parcialmente la razón a los hermanos opositores.

Con esta resolución, Lachlan Murdoch, junto a sus hermanastras Grace y Chloe, controlará las empresas a través de un nuevo fideicomiso, asegurando la continuidad de la visión de su padre para el influyente grupo de medios.