El valor de la acerera y sus activos ha sido calculado en 1,326 millones de dólares. El gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, ha señalado que la liquidación de la empresa podría concluir entre finales de 2025 y principios de 2026, un paso necesario para que los nuevos dueños inicien la reactivación. Jiménez ha insistido en que la solución requiere una “intervención presidencial” similar a la que, según él, llevó a la empresa a la quiebra.

Al menos cinco inversionistas potenciales, tanto nacionales como extranjeros, tienen programado visitar las instalaciones de la planta como parte del proceso.

Dos firmas, la regiomontana Villacero y Cargill Financial Services International, ya han manifestado formalmente su interés en participar en la subasta. El proceso es crucial para los más de 17 mil trabajadores y jubilados afectados por la quiebra, así como para la economía de la región Centro de Coahuila, que depende en gran medida de la actividad de la siderúrgica.