La medida ha encontrado obstáculos regulatorios y la oposición del gobierno español, generando un complejo escenario financiero.

La oferta de BBVA, valorada en aproximadamente 14,800 millones de euros (unos 17,340 millones de dólares), busca crear el segundo mayor banco de España en términos de activos nacionales, con un valor cercano a un billón de euros, solo por detrás de Caixabank. El proceso formal de la OPA, autorizado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), establece un plazo de aceptación para los accionistas de Sabadell del 8 de septiembre al 7 de octubre. A pesar de que BBVA ha descartado públicamente mejorar su oferta, legalmente podría hacerlo hasta cinco días antes del cierre del periodo. La operación ha enfrentado una fuerte oposición del gobierno español, presidido por Pedro Sánchez, que teme una reducción de la competencia.

Como condición, se ha impuesto que ambas entidades operen de forma independiente durante al menos tres años.

En respuesta, Sabadell ha tomado medidas defensivas, como la venta de su filial británica TSB a Banco Santander y la promesa de una remuneración récord para sus accionistas. Analistas de Barclays han señalado que la oferta es poco atractiva para los inversores minoristas, ya que la prima ofrecida sobre el precio de las acciones de Sabadell se ha erosionado significativamente desde el anuncio inicial en abril de 2024. Si la OPA tiene éxito, BBVA planea una reestructuración de los altos cargos de Sabadell para consolidar la nueva entidad.