La transacción reconfigura el mercado fiduciario y muestra las consecuencias de las sanciones estadounidenses en el sistema financiero mexicano. La venta del negocio fiduciario de CIBanco a Banco Multiva se formalizó a principios de septiembre, como parte de una reestructuración forzada por eventos externos. En junio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos señaló a CIBanco, junto con Intercam y Vector Casa de Bolsa, como presuntos partícipes en una red de lavado de dinero vinculada al tráfico de fentanilo. Esto provocó que las autoridades financieras mexicanas, incluyendo la SHCP y la CNBV, intervinieran de forma preventiva las instituciones para proteger los recursos de los clientes y garantizar la estabilidad.

Como consecuencia, CIBanco ha estado desinvirtiendo activos clave.

Su negocio fiduciario era uno de los más importantes del país, administrando más de 3.1 billones de pesos y representando el 26.7% del mercado.

Con esta adquisición, Multiva, que anteriormente tenía una participación de apenas 0.29%, se convierte en un actor relevante en el sector. El secretario de Hacienda, Édgar Amador, informó que las intervenciones gerenciales están próximas a levantarse, ya que la transferencia de activos, como la venta de la licencia bancaria de Intercam a Kapital y la cartera automotriz de CIBanco a BanCoppel, ha transcurrido con normalidad.