Armani mencionó explícitamente a tres compradores preferentes: los gigantes del lujo LVMH, L'Oréal y EssilorLuxottica, con quienes la firma ya mantiene vínculos comerciales.

Como alternativa, si la venta no se concreta, el testamento autoriza la salida a bolsa de la compañía en un plazo máximo de ocho años, aunque la Fundación Armani deberá mantener un control no inferior al 30.1%.

Esta decisión reconoce que el sector del lujo actual exige una mayor escala y capital para competir globalmente contra conglomerados como Gucci, Chanel o Hermès.

El control de la empresa pasará a la Fundación Giorgio Armani, creada en 2016 para preservar su legado, y será guiada por su mano derecha y compañero, Pantaleo Dell'Orco, junto a sus sobrinos, buscando así evitar disputas familiares y asegurar una transición ordenada.