Según los términos del nuevo pacto, descrito como un "consenso mutuo", los tres hermanos venderán sus acciones en los próximos seis meses por una suma reportada de 1,000 millones de dólares cada uno, y no podrán volver a adquirir participación en las empresas.

Esto otorga a Lachlan el control absoluto y blinda la dirección editorial del imperio, que incluye influyentes medios como The Wall Street Journal y The New York Post.

Un nuevo fideicomiso, que incluirá a Lachlan y a sus hermanastras menores, Grace y Chloe, controlará las empresas familiares, asegurando el liderazgo de Lachlan probablemente por décadas y evitando conflictos internos que pudieran desestabilizar al gigante mediático.