Ambas aerolíneas expresaron su decepción, aunque confirmaron que la medida no afectará la participación accionaria del 20% que Delta mantiene en Aeroméxico, ni los acuerdos de código compartido y programas de viajero frecuente. Expertos del sector, como Juan Carlos Machorro, señalan que la decisión es una consecuencia directa de la política aeronáutica mexicana, incluyendo la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la degradación a Categoría 2 por parte de la FAA en años anteriores.