Oliu declaró contundentemente: “Esta OPA, que nació muerta, solo le queda una cosa: que la entierren los accionistas”. El consejo de Sabadell argumenta que la prima ofrecida por BBVA es en realidad negativa, lo que haría perjudicial el canje de acciones.

Además, cuestiona las proyecciones de sinergias y los riesgos asociados a los mercados emergentes donde BBVA tiene una fuerte presencia, como México y Turquía, debido a la volatilidad cambiaria.

BBVA tiene hasta el 7 de octubre para mejorar su oferta, ya sea aumentando el precio o reduciendo el umbral de aceptación. Mientras tanto, Sabadell reafirma su compromiso con su proyecto independiente, priorizando la estabilidad y el valor para sus accionistas frente a la presión de una adquisición no solicitada, en un movimiento que evidencia las complejidades de la consolidación bancaria en España.