En un comunicado, Estafeta, empresa fundada en 1979, aseguró que mantendrá sus operaciones en el país “con la misma solidez, calidad y confiabilidad” y reafirmó su “compromiso con México”. Por su parte, UPS informó a la Security Exchange Commission (SEC) en Estados Unidos que terminaba los planes “debido a la imposibilidad de cumplir con todas las condiciones de cierre”, sin ofrecer más detalles sobre los elementos que impidieron el acuerdo. La cancelación representa un revés en la estrategia de expansión de UPS en el mercado latinoamericano, mientras que Estafeta continuará como una empresa independiente.