En comunicados separados, tanto Estafeta como UPS confirmaron la cancelación.

La firma mexicana, con 46 años de historia, reafirmó que continuará sus operaciones de manera independiente, manteniendo su “compromiso con México” y su enfoque en brindar un “servicio logístico de excelencia”. Por su parte, UPS notificó a la Security Exchange Commission (SEC) en Estados Unidos sobre la terminación del acuerdo debido a “la imposibilidad de cumplir con todas las condiciones de cierre”, sin ofrecer más detalles. La cancelación del acuerdo representa un giro en la estrategia de expansión de UPS en México y deja a Estafeta como un actor independiente clave en un sector logístico cada vez más competitivo.