El empresario local Carlos Elizondo también mencionó a Villacero como otro posible postor.

Sorprendentemente, los inversionistas han encontrado las instalaciones en buen estado, a pesar de llevar casi tres años sin operar, un hecho atribuido al mantenimiento constante por parte de los trabajadores. El proceso de venta, supervisado por el síndico Víctor Manuel Aguilera Gómez, priorizará la cobertura de los pasivos laborales de unos 17 mil trabajadores antes que las deudas con proveedores. La posible venta a un grupo con experiencia en el sector acerero es vista por empresarios locales y sindicatos como la mejor opción para garantizar la reactivación de la planta, que tiene una capacidad de producción de más de 350 mil toneladas mensuales y es vital para la economía de la región Centro de Coahuila.