La operación fue gestionada por la consultora financiera argentina Quantum.

El comprador, Gustavo Scaglione, no es ajeno al ecosistema mediático, ya que previamente había adquirido antiguas repetidoras de Telefe en otras provincias.

Para el canal argentino, esta transición implica un cambio en la dirección accionaria y administrativa, con posibles renegociaciones de contenidos, contratos con productoras y acuerdos de distribución internacional. La decisión de Paramount refleja una tendencia de las grandes corporaciones de medios a centrar sus recursos en producciones globales y plataformas de streaming, en lugar de mantener operaciones locales con altos costos fijos y riesgos regulatorios.