El acuerdo refleja la inmensa expectativa global sobre el futuro de la inteligencia artificial generativa, aunque también alimenta el debate sobre una posible burbuja tecnológica en el sector, dado que OpenAI aún no genera ganancias netas.

La compañía prevé ingresos de 13 mil millones de dólares este año, pero con pérdidas significativas debido a las intensas inversiones en infraestructura. Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, ha estado consolidando alianzas estratégicas con gigantes como Nvidia, Samsung y SK Hynix para asegurar el suministro de chips avanzados necesarios para sus ambiciosos proyectos, como el centro de datos “Stargate”.