Este repliegue permite a Paramount reorientar sus recursos hacia producciones globales y plataformas de streaming, reduciendo su exposición a operaciones locales con altos costos fijos y riesgos regulatorios.

Para Telefe, la transacción implica una transición hacia una gestión y posible línea editorial de capital nacional, con la consecuente renegociación de contratos y contenidos.