El mercado de telecomunicaciones chileno es altamente competitivo, con cuatro actores principales: Entel (33.2% del mercado móvil), Movistar de Telefónica (23.2%), Claro (20.9%) y WOM. Una fusión de esta magnitud enfrentaría un riguroso escrutinio por parte de los reguladores antimonopolio, debido al riesgo de una mayor concentración de mercado.

El acuerdo actual es no vinculante, lo que permite a ambas compañías presentar ofertas de manera individual o conjunta, o retirarse en cualquier momento.

La transacción, de concretarse, estaría sujeta a la aprobación de la Fiscalía Nacional Económica de Chile y otras autoridades sectoriales.