Esta asociación, amparada por una inmunidad antimonopolio, permitía a ambas compañías coordinar decisiones sobre rutas, precios, horarios y capacidad en los vuelos entre México y Estados Unidos.
En respuesta, las aerolíneas presentaron un recurso legal ante el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito, calificando la decisión del DOT como "injustificada e inconsistente con la realidad del mercado actual". Argumentan que la disolución forzosa de su sociedad tendría consecuencias negativas directas para los consumidores, incluyendo la posible cancelación de 24 rutas y una reducción de capacidad en otras 10. Según un comunicado conjunto, la alianza ha permitido "mayor conectividad, mejores tarifas y beneficios tangibles para millones de pasajeros", además de fortalecer el comercio y el turismo bilateral. El conflicto se enmarca en un contexto de tensiones comerciales y una revisión más amplia de la regulación de la aviación mexicana por parte de Estados Unidos.













