Esta decisión pone fin a un nuevo capítulo en la prolongada saga de la venta del banco, generando importantes repercusiones en el mercado bursátil y en el panorama financiero mexicano. La propuesta de Grupo México, liderado por Germán Larrea, contemplaba la adquisición de la totalidad de Banamex o, alternativamente, el 75% si Chico Pardo mantenía su participación. La oferta valoraba el 25% del banco a 0.85 veces su valor en libros y el 75% restante a 0.80 veces, un precio que Grupo México calificó como superior. Además, el conglomerado aseguró que la operación no requeriría un aumento de deuda significativo, ya que el crédito máximo de 2,000 millones de dólares estaría cubierto por líneas ya acordadas, y dio un plazo de 10 días a Citi para una respuesta. Sin embargo, Citigroup declinó la oferta antes del plazo, argumentando que, tras una evaluación cuidadosa que incluyó "consideraciones financieras y de certeza de la operación", su plan original con Chico Pardo y una OPI en 2026 permitiría "completar la desinversión de Banamex de una manera responsable y maximizar el valor para nuestros accionistas". La reacción del mercado a la oferta de Larrea fue drástica: las acciones de Grupo México se desplomaron un 15.43% el lunes posterior al anuncio, su peor caída desde 2008, perdiendo más de 190 mil millones de pesos en valor de mercado. Tras el rechazo de Citi, las acciones mostraron una ligera recuperación. El entorno político también fue un factor; la presidenta Claudia Sheinbaum había calificado la entrada de Chico Pardo como "muy buena noticia", mientras que sobre la oferta de Larrea se limitó a decir que correspondía a Citi evaluarla.