Además, algunos acreedores han pedido formalmente que el precio inicial de la subasta se reduzca para asegurar que la empresa sea vendida y evitar un estancamiento del proceso. Representantes de los extrabajadores, quienes son acreedores prioritarios por ley para el pago de sus liquidaciones, han expresado su confianza en que estas disputas no detengan el proceso de venta, aunque reconocen la preocupación por los posibles retrasos. Mientras tanto, un incidente de notificación por parte del síndico ya ha provocado el aplazamiento de una audiencia clave hasta finales de octubre, evidenciando las complejidades procesales que rodean la liquidación de la histórica siderúrgica.