En los meses siguientes, CIBanco vendió su negocio fiduciario a Multiva, su cartera automotriz a BanCoppel y su división cambiaria a Bankaool.

Finalmente, el 10 de octubre, a solicitud voluntaria de sus accionistas, la CNBV revocó su licencia. El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) asumió como liquidador e inició el 13 de octubre el pago de obligaciones garantizadas hasta por 400 mil UDIS por ahorrador. Tanto las autoridades mexicanas como la calificadora Moody's han asegurado que la liquidación no representa un riesgo sistémico, dado que los activos de CIBanco constituían solo el 0.44% del sistema bancario, y el IPAB cuenta con fondos suficientes y experiencia previa en liquidaciones como las de Banco Ahorro Famsa y Accendo Banco.