Este repliegue busca concentrar recursos en mercados clave como España, Alemania, Reino Unido y Brasil, considerados más rentables.

La desinversión en Uruguay, donde la compañía operó por 20 años, se suma a reducciones previas de operaciones en Perú, Argentina y Colombia, y confirma la intención de la empresa de salir gradualmente de la mayor parte de la región. El entorno de intensa competencia en el sector de telecomunicaciones en Latinoamérica, que obliga a las empresas a ofrecer planes agresivos para ganar clientes, ha hecho que la región ya no sea considerada rentable para la compañía española. La venta en Uruguay permitirá a Telefónica reducir su deuda financiera neta en cerca de 384 millones de euros. En este contexto, el plan de la compañía incluye la salida del mercado mexicano. Según informes de medios como Reuters, el comprador más probable para las operaciones de Movistar en México es Virgin Mobile, cuya empresa matriz, Beyond One, ha estado en conversaciones exclusivas con Telefónica desde febrero de 2025 para negociar los términos de una posible venta. Analistas señalan que la disminución de la publicidad de la marca en México es un indicio de su inminente despedida. Mientras tanto, en Chile, América Móvil, de Carlos Slim, y Entel han firmado un acuerdo para explorar una oferta conjunta por los activos de Telefónica en ese país.