La transacción es vista como un movimiento estratégico para fortalecer el camino hacia una Oferta Pública Inicial (OPI) de Banamex en 2026. La operación ya está en proceso de aprobación regulatoria, el cual podría tardar entre nueve y doce meses. Por su parte, Grupo México lamentó el rechazo de su propuesta, la cual, según la empresa, “maximizaba el beneficio para los accionistas de Citi”. La oferta de Larrea fue presentada después del acuerdo con Chico Pardo e incluía la compra de la totalidad del banco. El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum expresó públicamente su apoyo a la operación con Chico Pardo, lo que, según Fraser, “brinda mayor certeza para concretarla”. La competencia entre ambos magnates fue interpretada en el sector como una señal de confianza en la economía mexicana y en la estabilidad de sus instituciones financieras.