“El mundo está cambiando y Nestlé necesita cambiar más deprisa”, declaró Navratil al justificar los ajustes.

Los recortes afectarán a 12,000 empleos de oficina en los próximos dos años y a otros 4,000 puestos en las áreas de fabricación y cadena de suministro. La empresa ha enfrentado dificultades por los aranceles de importación en Estados Unidos, el aumento de los costos operativos y un incremento en sus niveles de deuda, lo que ha generado presión por parte de los inversionistas. A pesar de la magnitud de los despidos, el mercado reaccionó positivamente, con un alza de alrededor del 8% en las acciones de Nestlé tras el anuncio, lo que refleja la confianza inicial de los inversionistas en la nueva estrategia de eficiencia.