Mientras varios grupos empresariales, incluidas dos potencias siderúrgicas, visitan las instalaciones para evaluar una posible adquisición, el proceso se ha visto afectado por conflictos legales entre acreedores y la sindicatura.

La empresa Máquinas Diesel, S.A. de C.V. (MADISA), uno de los acreedores, ha denunciado presuntas irregularidades y un posible conflicto de interés por parte del síndico, Víctor Manuel Aguilera Gómez, acusándolo de actuar con opacidad en la venta de activos menores y de realizar pagos a un despacho de sus auxiliares. Un juez ha dado un ultimátum de tres días al síndico para responder a estas acusaciones. En respuesta, AHMSA emitió un comunicado defendiendo la gestión del síndico, asegurando que ha actuado “ajustado al mandato legal, sin excepciones” y bajo la supervisión del juzgado.

Según la siderúrgica, la venta de activos no esenciales busca obtener recursos para preservar el valor de la compañía en beneficio de los acreedores, priorizando los derechos de los trabajadores. Por su parte, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) ha calificado la deuda de casi 400 millones de pesos que AHMSA tiene con el sector como una “cuenta incobrable”, aunque se mantienen a la espera de los resultados del proceso concursal, que prevén será a largo plazo.