La alianza antimonopolio permitía a ambas aerolíneas operar como una sola entidad en rutas transfronterizas, coordinando decisiones sobre programación, precios y capacidad.

Aeroméxico ha advertido que, si la disolución se concreta, “enfrentará un incremento en sus costos que no podría recuperar, incluso si un tribunal ratifica posterior al acuerdo”. Por ello, la aerolínea busca, mediante un recurso de revisión judicial, asegurar que cualquier cambio en la alianza ocurra solo después de un debido proceso legal, intentando frenar la orden mientras se resuelve el litigio.