Su director general, Nicolas Hieronimus, afirmó que espera casi triplicar los ingresos anuales de Creed en un plazo relativamente corto. Por su parte, el nuevo CEO de Kering, Luca de Meo, señaló que la venta era una medida urgente para “aligerar el barco y enfocarme en el relanzamiento de las marcas de moda”. El acuerdo se produce en un momento desafiante para el sector del lujo, que enfrenta una desaceleración en la demanda, particularmente en el mercado chino.

La venta de su unidad de belleza proporciona a Kering una inyección de capital para reducir su deuda y concentrar sus esfuerzos estratégicos en sus marcas de moda.