Presentaron un recurso de revisión ante el tribunal de apelaciones del undécimo circuito en Estados Unidos y solicitaron la suspensión de la orden mientras se resuelve el caso. Aeroméxico argumentó que, de concretarse la disolución, enfrentaría "costos significativos no recuperables", incluso si un tribunal fallara posteriormente a su favor. La orden del DOT, emitida bajo la administración de Donald Trump, forma parte de una serie de medidas dirigidas a la aviación mexicana. Si la disolución se mantiene, las aerolíneas perderían el derecho de coordinar decisiones sobre rutas, precios y capacidad en los vuelos entre México y Estados Unidos, lo que afectaría significativamente la conectividad binacional. Especialistas estiman que el proceso de apelación podría durar hasta un año, manteniendo en vilo el futuro de una de las alianzas aéreas más importantes de la región.