La nueva estructura consolida la estrecha colaboración entre ambas empresas, extendiendo su vínculo hasta al menos 2032.

Como parte del pacto, OpenAI se comprometió a adquirir 250,000 millones de dólares en capacidad de cómputo adicional en la plataforma de nube Azure de Microsoft, reafirmando a Microsoft como el socio de infraestructura clave para el desarrollo de la inteligencia artificial de OpenAI. A cambio, Microsoft ya no tendrá derecho de preferencia para proporcionar estos servicios. La participación del 27% de Microsoft está valorada en aproximadamente 135,000 millones de dólares, lo que representa una rentabilidad de casi diez veces su inversión original de 13,800 millones. Analistas del sector, como Gil Luria de DA Davidson, han señalado que el acuerdo "resuelve el problema de larga data de que OpenAI se organizara como una organización sin fines de lucro y establece los derechos de propiedad de la tecnología frente a Microsoft". Esta reestructuración proporciona mayor claridad sobre la trayectoria de inversión de OpenAI y facilita la recaudación de capital necesaria para los ambiciosos planes de su CEO, Sam Altman, de invertir billones de dólares en infraestructura de IA.