La compañía busca enfocar sus recursos en sus cuatro mercados clave: España, Alemania, Reino Unido y Brasil. Esta estrategia implica el abandono de sus operaciones en México, Chile y Venezuela, completando así un proceso de desinversión que ya incluyó la venta de sus filiales en Argentina, Perú, Uruguay y Ecuador. La decisión se atribuye a la necesidad de mejorar la flexibilidad financiera de la empresa y a los resultados económicos adversos en la región hispanoamericana, donde reportó pérdidas de 1,080 millones de euros en los primeros nueve meses de 2025.
Aunque no se ha fijado un cronograma definitivo para evitar interferir con las negociaciones, Murtra fue claro al afirmar: “Vamos a salir de Hispanoamérica”.
La venta del negocio en México, valorada en más de 500 millones de euros, está en una fase avanzada de negociación con el grupo Beyond ONE, propietario de Virgin Mobile México. Para los más de 23 millones de clientes de Movistar en el país, la compañía ha asegurado que el servicio continuará operando con normalidad durante el proceso de transición, el cual estará sujeto a la aprobación de la Comisión Nacional Antimonopolio (CNA). Se espera que los usuarios conserven sus números y que la migración hacia el nuevo operador sea gradual para evitar interrupciones en el servicio.








