Sin embargo, Novo Nordisk, líder en el mercado de medicamentos para la obesidad con su producto Ozempic, intentó interrumpir el trato con su propia oferta. El consejo de Metsera, tras rechazar inicialmente los acercamientos de Novo por preocupaciones regulatorias, permitió que la firma danesa volviera a la puja, una maniobra arriesgada que finalmente empujó a Pfizer a mejorar su oferta. El acuerdo final, aprobado por los accionistas de Metsera, está valorado en hasta 10,000 millones de dólares, con un pago inmediato en efectivo de 65 dólares por acción, un aumento respecto a los 47 dólares originales. El consejo de Metsera justificó su decisión final citando "riesgos legales y regulatorios inaceptablemente altos" asociados a la propuesta de Novo Nordisk, dada su ya dominante posición en el sector. La adquisición otorga a Pfizer acceso a la cartera de fármacos experimentales contra la obesidad de Metsera, incluido su principal candidato MET-097i, una inyección de GLP-1 de aplicación mensual, lo cual es crucial para la estrategia de Pfizer de diversificarse antes de que su exitoso medicamento contra el cáncer, Keytruda, pierda la protección de su patente. La saga destaca el agresivo entorno de fusiones y adquisiciones en el sector farmacéutico.