Estos vehículos, que combinan un motor eléctrico con un generador de gasolina, son ideales para mercados con infraestructura de carga aún en desarrollo, prometiendo autonomías de hasta 1,195 km a precios competitivos que desafiarán directamente a los modelos híbridos establecidos. La principal ventaja para Leapmotor en México será el acceso a la consolidada red de distribuidores, servicio y refacciones de Stellantis, un obstáculo significativo para otras marcas chinas emergentes. Aunque la asociación es estratégicamente brillante para ambas compañías, Stellantis asume el riesgo de respaldar vehículos que no fabricó, enfrentando posibles desafíos en cuanto a durabilidad a largo plazo, valor de reventa y la percepción del consumidor.