También falleció el profesor de matemáticas Eduardo Noé García Morelos, quien se dirigía a dar clases.

Además, se reportó la desaparición de Ana Daniela Barragán, una estudiante de la UNAM, cuya familia fue contactada a través de su celular calcinado encontrado en la escena. La respuesta del gobierno fue inmediata. La presidenta Claudia Sheinbaum lamentó el suceso, calificándolo como "muy trágico", y anunció que se fortalecerá el control y la regulación del transporte de combustibles en el país. La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de la Ciudad de México para determinar las causas y responsabilidades. Los directores del IMSS, Zoé Robledo; del ISSSTE, Martí Batres; y del IMSS-Bienestar, Alejandro Svarch, confirmaron que todos los heridos, incluido el conductor de la pipa, reciben atención médica gratuita en diversos hospitales.

Por su parte, Transportadora Silza emitió un comunicado asumiendo su "responsabilidad social y legal" y afirmó haber activado tres pólizas de seguro, aunque la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) había señalado previamente que la empresa no contaba con un seguro vigente registrado. En medio de la tragedia, surgieron actos de solidaridad, como el de Edson Alain Martínez, un repartidor que ofreció transporte gratuito en su motocicleta a familiares de las víctimas.