Los hermanos Treviño Morales, extraditados a Estados Unidos en marzo de 2025, son acusados de dirigir una vasta red criminal que introdujo toneladas de drogas a territorio estadounidense y de estar vinculados a masacres como la de Allende, Coahuila, en 2011.

Según las acusaciones, continuaron coordinando operaciones delictivas incluso desde prisiones en México.

La evidencia en su contra es abrumadora, con cerca de cinco millones de archivos y más de 490,000 llamadas telefónicas interceptadas. La próxima audiencia está programada para el 14 de octubre de 2025. Esta determinación judicial ocurre en un contexto en el que el Departamento de Estado de EE. UU. designó recientemente a Los Zetas, junto con otros cárteles mexicanos, como organizaciones terroristas extranjeras, lo que subraya la gravedad de los cargos que enfrentan, a pesar de haber librado la pena capital.