En respuesta, la diputada calificó la medida como una “infamia” y negó que sus cuentas bancarias hubieran sido bloqueadas. Durante su conferencia matutina, la presidenta Sheinbaum reveló que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) tuvo conocimiento del caso semanas antes y que EE.

UU. solicitó una acción conjunta, pero México determinó que no había elementos para proceder. “De nuestro lado no hay pruebas suficientes como para establecer el lavado de dinero que ellos plantean. Fue una decisión de las instituciones del gobierno de Estados Unidos”, declaró Sheinbaum. Añadió que “si Estados Unidos presenta todas las pruebas, aquí en todo caso se hace lo propio y se abre una investigación en la Fiscalía”, pero insistió en que hasta ahora “no hay indicios” de que la diputada esté involucrada. La UIF confirmó un bloqueo administrativo de las cuentas y la revisión de la información financiera de los implicados.