La crisis humanitaria se agrava mientras Hamás advierte que los rehenes que mantiene cautivos están en peligro. La operación militar israelí, que según el ejército busca "destruir la infraestructura militar de Hamas", ha recrudecido un conflicto que dura ya 23 meses y que ha causado más de 65,000 muertes.
Los últimos bombardeos dejaron 14 fallecidos, entre ellos seis miembros de una misma familia. Las autoridades de Hamás denuncian que cerca de un millón de desplazados se hacinan en la supuesta "zona humanitaria" de Mawasi y Jan Yunis, en el sur, que carece de servicios básicos y ha sido objeto de más de 110 ataques israelíes. En un nuevo giro, Hamás publicó fotos de "despedida" de los rehenes, advirtiendo que el asalto israelí pone en riesgo sus vidas. De los 251 capturados en octubre de 2023, se cree que 22 siguen vivos. La situación en Gaza será un tema central en la próxima Asamblea General de la ONU, donde se espera que Francia, Arabia Saudita y otras ocho naciones anuncien el reconocimiento oficial del Estado palestino, aumentando la presión diplomática sobre Israel y su aliado, Estados Unidos.











