Una conversación de WhatsApp filtrada indica que los músicos se dirigían a un encuentro con un supuesto “comandante”. Además, la policía colombiana reveló que B-King era familiar de Camilo Torres, alias “Fritanga”, un exlíder del Clan del Golfo.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, condenó los hechos, atribuyéndolos a una “mafia internacional fortalecida por la estúpida política militar y prohibicionista, llamada ‘guerra contra las drogas’”.

En respuesta, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó el suceso como un “lamentable episodio”, aseguró que se realizará una investigación a fondo y descartó que el incidente afecte las relaciones diplomáticas. “No voy a entrar a debate con el presidente Petro”, afirmó Sheinbaum, al tiempo que la SRE garantizó una investigación exhaustiva y comunicación constante con la cancillería colombiana.