Al llegar al campamento, las autoridades encontraron a los hombres vestidos de negro y organizados en formación.

Los detenidos declararon que su objetivo era defender a sus líderes, templos y eventos masivos durante un supuesto juicio final.

Durante el operativo, se aseguró una pistola real, 19 réplicas de armas de fuego, armas blancas, equipo táctico, radios, binoculares y hasta simuladores de explosivos. Al no poder acreditar los permisos para el campamento ni justificar la procedencia del equipo, fueron puestos a disposición de las autoridades.

Este hecho se suma a las controversias que rodean a la iglesia, cuyo líder, Naasón Joaquín García, se encuentra preso en Estados Unidos por abuso sexual de menores. Precisamente esta semana, Joaquín García se declaró no culpable de nuevos cargos federales en Nueva York por tráfico sexual, crimen organizado y delitos financieros.

La iglesia ha rechazado las acusaciones, calificándolas de "falsas y calumniosas".