La presidenta Claudia Sheinbaum descartó tensiones y afirmó que el objetivo es fortalecer la economía nacional y equilibrar la balanza comercial. La controversia inició después de que México presentara un proyecto de ley para incrementar aranceles a productos como automóviles, textiles y juguetes provenientes de países con los que no tiene acuerdos comerciales, lo que llevó a Pekín a iniciar una investigación formal sobre lo que considera "medidas restrictivas". Ante esto, la presidenta Sheinbaum declaró: "Nosotros estamos proponiendo una mesa de trabajo de alto nivel para poder platicar".
Subrayó que México y China mantienen "muy buenas relaciones" y que el diálogo es fundamental.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se reunió con el embajador chino, Daojiang Chen, a quien explicó que los incrementos arancelarios "derivan de un legítimo interés nacional y no de presiones externas; ni de un diseño con criterio geopolítico".
Sheinbaum detalló que en los últimos cuatro años, las importaciones desde China aumentaron un 83%, y aunque las exportaciones mexicanas también crecieron, se busca fortalecer la producción nacional para que las exportaciones superen a las importaciones. "Nos interesa que en las mesas de trabajo se entienda la situación que estamos viviendo", agregó la presidenta, negando que esto signifique un conflicto y poniendo como ejemplo que Corea del Sur enfrenta una situación similar y también mantiene canales de comunicación abiertos.










