Entre el armamento decomisado se encontraban pistolas Pietro Beretta y Taurus de calibre 9 mm y .380.

Aunque uno de los acompañantes mostró un permiso para portar un arma, los demás, incluido el padre del artista, no contaban con la autorización correspondiente. Los cuatro detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) en Escárcega, donde enfrentan acusaciones por violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, delitos que conllevan penas de hasta 30 años de prisión.

El cantante Julión Álvarez, quien arribó a Ciudad del Carmen el viernes para atender la situación, no ha emitido ninguna declaración pública sobre el incidente. Este hecho se suma a los conflictos legales que el propio artista ha enfrentado en el pasado, incluyendo su inclusión en una lista del Departamento del Tesoro de EE. UU. por presuntos vínculos con el narcotráfico, de la cual fue retirado en 2022.