La causa oficial de la muerte fue edema cerebral, encefalopatía hipóxica y bradicardia. Fue durante el velorio cuando el padre descubrió las cicatrices quirúrgicas y los implantes mamarios en el cuerpo de su hija, lo que detonó la denuncia. La fiscalía imputa a la madre el delito de omisión de cuidados como autora directa y cómplice, además de usurpación de profesión, pues presuntamente participaba en cirugías sin tener acreditaciones. Al padrastro, Víctor “N”, se le acusa de realizar el procedimiento sin el consentimiento del padre y de firmar como tutor de la menor. Mientras la detención se llevaba a cabo, cientos de personas marcharon en Durango exigiendo justicia y la pena máxima para los responsables.