La presidenta Claudia Sheinbaum informó que México ya está en negociaciones para obtener una exención para los vehículos pesados, advirtiendo que la medida perjudicaría también a la economía estadounidense. Las nuevas barreras comerciales, que entrarán en vigor el 1 de octubre, forman parte de la política proteccionista de Trump para fortalecer la producción nacional. A través de su red social Truth Social, el mandatario justificó las medidas como una forma de evitar que el negocio cinematográfico sea “robado” y para proteger a la industria mueblera de estados como Carolina del Norte. Los aranceles a muebles oscilarán entre el 30% y 50% para productos como gabinetes de cocina y muebles tapizados, afectando principalmente a países asiáticos y europeos.

En respuesta, la presidenta Sheinbaum declaró en su conferencia matutina: “Estamos ya en pláticas, esperando que haya una consideración para México. Sino, tendría problemas incluso en Estados Unidos”, aludiendo a la fuerte interdependencia del sector automotriz.

Destacó que, gracias al T-MEC, la mayoría de los productos mexicanos gozan de arancel cero, lo que mantiene una ventaja competitiva para el país.

La industria automotriz, especialmente en estados fronterizos como Chihuahua, es clave en la relación bilateral.